Es muy fácil excusarse diciendo “yo hice esto por esto o por lo otro”. Si vos lo hiciste fue porque quisiste porque fue tu decisión. Incluso cuando no sabemos que elegir ya elegimos. ¿Viste cuando uno va a pedirle un consejo a un amigo sobre algo? En realidad, en el fondo, uno espera que ese amigo le diga tal cosa porque vos ya elegiste. Lo único que vos queres es que tu amigo te diga que no elegiste mal.
Es así, te podes pasar la vida echándole la culpa a los demás, diciendo “yo hice lo que Simon me dijo que hiciera”. Nadie más que vos elige, siempre, en todo momento, decidir es algo intransferible y solitario, y eso angustia. Angustia porque sabés que tu decisión va a tener consecuencias, pero es tu decisión, aunque Simon diga lo que diga, es tu decisión.
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